24 de abril de 2009

02. La hermana secreta de Angélica María

En la entrada, el boletero les extiende un impreso con la programación de la semana: jueves y viernes, el consabido programa doble para adultos; sábado, tres éxitos comprobados de Pedro Infante; domingo, estreno: Mi vida es una canción, con Enrique Guzmán y Angélica María… se aburrirá un poco con la película de relleno, que ya se sabe de memoria y además es de rancheros cantadores, y admirará por segunda ocasión la belleza y el talento de la Novia de la Juventud.
El próximo domingo, Álvaro será feliz; arrobado, al borde del éxtasis, experimentará el inefable placer que sólo el arte produce.

Alba María deja de prestar atención a las palabras de la Otrora Famosa. Trata de relajarse, sin conseguirlo, pensando en cosas agradables: ¿cuáles, Fama María, aparte del éxito? Se entrega al juego de las Entrevistas, inventado por ella para distraerse y a la vez prepararse para cuando la ocasión lo exija: ¿contestaría como Angélica María, que su platillo son las enchiladas suizas, que su fruta es el mango? ¿Diría que es plenamente feliz, que la vida le ha dado todo?

- ¡Albricias, albricias! – dice la voz somnolienta de su abuela.
- ¿Una carta, abuelita?
- Si, ¿qué me das?
- Rezo contigo el rosario de la tarde.
- No, ése lo tienes que rezar de todas maneras.
- No voy al cine en dos días, pues.
- Bueno, toma.
Ni siquiera tiene que ver el remitente para confirmar lo que la intuición le anuncia: es Angélica María quien le escribe. Las manos le tiemblan de emoción al rasgar el sobre, cuya dureza le indica que además contiene una foto: la Novia de Juventud, con entalladísimos pantalones y suéter color lila con franjas moradas, posa, recogiéndose el pelo en actitud inocentemente provocativa, junto a una escalera metálica. Sonríe hacia la cámara. Sus ojos destellan de alegría, su sonrisa es un poco cándida. Al reverso, el logotipo apenas visible de la Musart se multiplica por toda la superficie. Con una escritura suave y amplia, la dedicatoria reza: “Para Alvarito, con todo cariño de su amiga Angélica María.”. Los rasgos denotan sensibilidad, originalidad, un carácter fuerte, generosidad…
Mientras Álvaro desdobla la carta, su abuela piensa que qué bueno que dejó de admirar a Kitty de Hoyos, que esta si se ve que es una muchacha decente, católica, bien educada.

1 comentario:

Magui dijo...

Muchas gracias por estar subiendo este libro!! De cuantas partes consta?

Un abrazo